Cartel de la JSU de Madrid en plena etapa de campaña anti-POUM
Aunque no era mi deseo personal visitar la exposición sobre el POUM en el Museu d'Història de Catalunya, al final lo he hecho en una salida de la Universidad. Uno de los motivos era que contaba para la evaluación y la otra que no se visitan museos de forma gratuita todos los días.
Si bien la exposición estéticamente está muy bien planteada, aunque la estructura es un poco liante y no se sabe por donde empieza y por donde acaba (si no fuera porque está ordenada cronológicamente), el contenido me parece algo sesgado y tendencioso. No lo digo porque niegue que la persecución del POUM fuese un gran error estratégico y un drama humano, así como lo fue la guerra sin cuartel hacia este partido en la prensa del PCE y del PSUC de la época. Me parecería cínico vanagloriarse de las formas en que se produjo esa represión. Primero, porque esta campaña supuso una verdadera ruptura de la resistencia al fascismo y llevó al debilitamiento de la retaguardia, con lo que en parte se le facilitó las cosas al fascismo. Por otra parte, me parece un error la visión lineal y sectaria tanto del POUM como de la CNT en apostar por unos objetivos revolucionarios (muy legítimos) en un momento en que se luchaba a muerte contra la barbarie fascista, que avanzaba a toda máquina y acabó por aplastar todo movimiento progresista (por no hablar del revolucionario).
No se puede negar que en una guerra las disputas no se quedan en los artículos de la prensa de partido o sindical; la praxis en la guerra es la de apuntar con la pluma y ejecutar con el fusil. Dicho esto, y hiendo a la exposición, el hecho que se base en un relato de la memoria del POUM por cómo fue reprimido, y no por su actividad, acaba desvirtuando el conflicto en el que tuvo actividad dicho partido. Convierte, de facto y sin querelo (porque he tenido como profesor al comisario de la exposición, el Dr. Pelai Pagès), al PSUC en el principal enemigo de dicho partido, y a su vez, da la impresión de que la actividad de ambos partidos se centrara únicamente en su lucha a muerte por la hegemonía del espacio comunista. Hay que comentar que este hecho se reproduce mucho más en el documental “Doblemente Olvidados”, producido por al Fundación Andreu Nin y que puede considerarse un panfleto audiovisual del POUM.
Sirva como crítica constructiva y no como ataque trasnochado. Este humilde redactor cree que tanto el PSUC como el POUM se merecen mejores homenajes que estarse lamentando a perpetuidad de la represión. La victoria de las fuerzas democráticas ante el fascismo fue, precisamente, superar la persecución con la lucha diaria por la transformación social. La memoria de los partidos comunistas no puede ser el lamento eterno, el señalar continuamente a los que están en un mismo terreno político como herederos de aquellos sucesos pasado. La transformación social nos exige superarlos y ser capaces de crear una confluencia que nos permita acumular fuerzas para pasar a la ofensiva. La memoria histórica consiste en aprender de nuestros errores y acabar con las raíces mentales, y materiales, del fascismo (verdadero enemigo) en nuestro país.
Finalmente, aclarar que el autor de estas líneas nunca fue, ni es, ni será seguidor del trotskismo, y que para conocer mejor la evolución de un personaje histórico como Andreu Nin, del surgimiento del POUM, sus posicionamiento y su actividad, se recomienda la lectura de Andreu Nin: su evolución política (1911-1937), de Pelai Pagès (el Comisario de la exposición del Museu d'Història de Catalunya).
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