Unas simples palabras sobre este día. Las principales calles de Catalunya se llenan de stand's llenos de libros y rosas. La sociedad civil se moviliza en un día dedicado a la cultura escrita y a la fraternidad. La sociedad empresarial moviliza sus efectivos para convertir esta fecha en un día clave para sus negocios. No es que la venda de libros sea algo detestable, la cuestión es que el día de Sant Jordi está siendo invadido por el consumismos de los San Valentines. Es bueno que un día al año la gente de Catalunya se acuerde de lo que es la lectura y la fraternidad, es bonito. Es inadmisible que los grandes mercaderes del libro conviertan la jornada en una fecha meramente consumista, echando a asociaciones y entidades, pequeños comercios de librerías. En el terreno de la cultura se realiza una batalla a muerte entre cultura y mercado.
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