Hay un fenómeno en la historia de los bares y locales de ocio, y ambiente, de la gran urbe. Es el fenómeno del local en el que hace décadas se reunían destacados personajes de la izquierda, y del movimiento comunista y, pasado el tiempo, se convierten en centros de peregrinaje para snobs pequeño-burgueses que buscan, entre el gintonic y el agua con gas Vichy, un espacio donde reencontrarse con lo que nunca fue, intentando trazar paralelismos entre sus gustos y vivencias con las de dichos personajes.
No se dan cuenta de que fueron las acciones de los renombrados personajes los que hicieron conocidos esos locales y no al contrario. Lo que importa, en cambio, en la sociedad de consumo es dónde tomó su café con leche tal autor o tal intelectual de izquierdas; y aprovechando la ocasión subimos el precio del refresco para que vengan a leer aquellas obras editadas en los 70 por Edicions 62, Crítica, SigloXXI, etc., y que no se han vuelto a editar. Lo importante es que consuman fetiches, y no que se asemejan al completo a los personajes de los que hablábamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario