Lo que ahora se les presenta son unas propuestas que en su día hizo Louis Althusser para el PCF. Salvando las distancias entre aquella realidad concreta y la actual, me parece una oportunidad para el futuro del movimiento comunista, y de la izquierda en nuestro contexto, tener en cuenta sus aportaciones en el debate sobre el futuro del PCF, plasmado en el compendio de artículos Lo que no puede durar en el Partido Comunista
" Podemos sacar de este análisis, para nosotros, unas conclusiones de trabajo y de lucha para el futuro: las presento en orden, pero este orden no implica ninguna prioridad ni ninguna subordinación. Estas conclusiones están estrechamente entrelazadas las unas con las otras, y tenemos que ponernos a trabajar en todos los ámbitos a la vez. Necesitamos, efectivamente, a cualquier precio:1. Una teoría marxista resucitada. Una teoría no paralizada y desnaturalizada por fórmulas consagradas, sino lúcida, rigurosamente crítica y capaz de afrontar no sólo las contradicciones, sino también sus propias contradicciones. Una teoría marxista salvada, del seno de su crisis actual en el movimiento comunista, por la práctica del análisis concreto y por la práctica de las luchas populares. Una teoría que no esquive las iniciativas de las masas y las transformaciones sociales, sino que por el contrario las afronte, las penetre y se alimente de ellas.2. Una crítica y una reforma profundas de la organización interna del partido y de su modo de funcionamiento. El gran debate emprendido por la base debe llevar al partido a un análisis concreto de las reglas actuales del centralismo democrático, bajo el punto de vista de sus consecuencias políticas. No se trata de renunciar al centralismo democrático, sino de renovarlo y transformarlo para ponerlo al servicio de un partido revolucionario de masas, y para preservar la especificidad y la independencia de este partido frente a la burguesía.3. Un análisis concreto de la situación de clase en Francia, que permita entender, para neutralizarla, la lucha de clase de la burguesía en sus objetivos, sus giros y sus maniobras; que permita captar las causas concretas de la división y de las contradicciones en el interior de la clase obrera, así como en la pequeña burguesía urbana y rural; y finalmente conocer, en sentido riguroso, la naturaleza y el lugar de los partidos en estas relaciones de clase, y más concretamente del PC y del PS.4. La definición de una política de alianzas de todas las fuerzas obreras y populares, que combine los contratos en la cumbre con el desarrollo de la lucha del partido en la base: una línea de unión popular, sin reformismo ni sectarismo, para la movilización activa de las masas y el libre desarrollo de sus iniciativas. Esta línea puede apoyarse en el XXII Congreso, a condición de ver claras las contradicciones del XXII Congreso y de acabar con sus tendencias al “aventurerismo democrático”.Sólo con estas condiciones, de las que aquí sólo puedo exponer los principios, el partido podrá cambiar, abandonar todos los equívocos y trabas que ha heredado del pasado, corregir sus errores y fracasos, y contribuir a la unión de las masas populares que ha de llevarlas, finalmente, a la victoria. "
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