Ya llevamos cuatro días
del que dicen será el último año de la humanidad. Bueno, bien bien
no lo dice nadie. Ni las películas más apocalípticas aventuran el
final de la humanidad, sino un cambio sumamente radical en la especie
humana en la que se salvan algunos (mejores o peores según los
guionistas). En estos cuatro días no se han hecho esperar dos
fenómenos clave: los “recortes” y el déficit. Y es que este
2011 ha estado lleno de acontecimientos. Hagamos un repaso.
De lo viejo...
El cese de la
actividad armada de ETA y su posible fin. Este
acontecimiento, sin duda histórico, ha supuesto un gran cambio que
abre una nueva etapa, pero sobre todo cierra una que viene de cuando
Franco aun estaba de cuerpo presente para muchos. El conflicto vasco
deja ver a las claras que en la Monarquía Parlamentaria actual aun
viven -con mucho peso- elementos del franquismo, que se niegan a ver
la realidad plurinacional de España.
La corrupción
monárquica. Ya era sabido que
la monarquía no era agua clara. Ahora con el caso Urdangarin se ha
mostrado ante la opinión pública la tapadera que representa la
Casa del Rey (antes llamada Familia Real). No es casualidad que el
2011haya sido el primer año en que suspende la Corona como
institución, según la encuesta del CIS sobre la valoración de las
instituciones españolas.
El capitalismo
como sistema inhumano. La UE como agente imperialista. Este
año será recordado por la voracidad del sistema que rige nuestras
vidas. Las grandes fortunas se han aprovechado de la debilidad de
los oprimidos para apretarles más el cinturón. Mientras, los ricos
y sus representantes políticos no hacen más que engordar sus
cuentas. Y por si fuera poco, las potencias europeas están
aprovechando la crisis de los países periféricos para hacerse más
fuertes, para someter a los países débiles. No solo eso... también
aprovechan nuevas circunstancias para hacerse con el petroleo de
países como Libia, desarrollando toda una campaña bélica para
hacerse con el control total de los recursos del Mediterráneo. En
2011 todo se ha agudizado de una forma que no llegábamos a
imaginar.
A lo nuevo...
15M: la lucha en las plazas, la
represión y el resurgir del movimiento popular. Lo
que surgió en la segunda mitad del mes de mayo fue algo sin
precedentes. Se generó un gran movimiento ciudadano que dio un
toque de atención al sistema político y al sistema económico. Se
recuperó la democracia: se debatía sobre los problemas de la vida
cotidiana y de cuestiones globales en las plazas, sin cortapisas,
sin tener que poseer ningún medio de comunicación. Se pusó en
cuestión, por parte de la gran mayoría de la sociedad, el estado
de cosas actual. Se generó, además, una unión de todas las luchas
que se estaban produciendo, en el sector público y en el privado.
En un primer momento todo era muy bonito para los grandes medios de
comunicación, luego cuando la cosa se agudizó vinieron los palos,
las provocaciones, la manipulación y la distorsión. Pero con este
movimiento ya no se acaba, porque no se puede descabezar, ni
aniquilar con encarcelamientos. Para cabar con él se necesitan
muchas campañas mediáticas que -se ha demostrado- no sirven de
nada.
El futuro no está escrito. Se
podrían dibujar más acontecimientos, los nuevos fenómenos que han
surgido. Para mi, los que se han mostrado aquí, son las cuestiones
claves que marcaran la década. Ahora bien, si podemos saber a
grosso modo que va a marcar la década no podemos saber como se va a
desarrollar. En gran medida eso depende de nosotros mismos. Depende,
sobre todo, de las respuestas colectivas que demos.
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