[Advierto que en esta pequeña reflexión no se aporta una parte analítica, ni se entra en detalles sobre los diferentes factores y actores de este proceso-conflicto político]
Ya hace unos meses que ETA anunció el fin de la actividad armada después de una serie de
pasos, con el fin de abrir un proceso de paz en Euskadi que permita a
las diferentes fuerzas políticas jugar con igualdad. El gobierno
español, por su parte, no ha movido ni un dedo. Sobre todo desde que
Mariano Rajoy ocupa la silla presidencial. Y no es porque realmente
sea el portavoz de las víctimas, ni porque quiera derrotar a la
organización armada. Aquí van unos apuntes sobre por qué el PP y
todo su espacio político se niegan a sentar a negociar una paz
justa.
- Cerrar todas las puertas a un debate político sobre la separación de los territorios euskaldunes.Aunque sabe que Navarra y el País Vasco francés son territorios tomados por España y Francia, el caso de Euskadi es diferente. La vía armada se mostró como un callejón sin salida y los sectores de la izquierda independentista vasca vieron que la única forma era confluir para presentar un proyecto de construcción nacional. Este proyecto es cada vez más sólido, despierta simpatías en amplias capas de la sociedad (véanse los resultados electorales) tras un desgaste del nacionalismo conservador del PNV -que confundía a su propia gente con diferentes pactos con Madrid-, una socialdemocracia acabada en toda Europa, un Partido Popular obcecado con negar Euskadi y una izquierda alternativa atomizada. Experimentos como Bildu o Amaiur no son más que la recomposición del espacio de la izquierda alternativa sumado a un proyecto de construcción nacional.
- Negar la posibilidad de una alternativa política.A día de hoy a quien más le interesa que ETA no abandone las armas es al Partido Popular y a los mandos policiales que viven de ello. Que no haya más actividad armada le interesa a la Izquierda Abertzale para consolidar un proyecto político que va avanzando más que nunca. Se van encadenando presentaciones y ruedas de prensa sobre la propuesta política del polo soberanista de izquierdas; la proyectan con una imagen y un fondo muy serio, creíble. Ya no son simples desideratas independentistas o vagos proyectos sobre la “transición nacional” (como nos tiene acostumbrados CiU). Además se añade un elemento que hace más daño al PP que todo lo anterior; se trata de una propuesta de cambio de paradigma, de transformación social. Se rompe con la cantinela de la austeridad y se propone una nueva organización de la economía, un nuevo rumbo social. Y para acabar de rematarlo la represión ideológica, la difamación hacia este espacio político relacionándolo con el terrorismo (un poco con esquemas de Guerra Fría), cae por el peso de los acontecimientos.
Estos
son algunos apuntes de como el PP, y otros partidos que sostienen
este sistema político como el PSOE, intenta aguantar una realidad
insostenible. La etapa histórica iniciada con la Transición se
desmorona, y uno de los temas sobre los que se tendrá que debatir es
de la cuestión nacional ,con un futuro en el que la independencia de
Euskadi es probable (aunque nadie puede aventurarse a dar un
pronóstico detallado). No quieren acabar con la violencia porque les interesa que siga existiendo un pretexto para usar la (supuesta) legítima del Estado de derecho, y así perpetuar su sistema político.
No hay comentarios:
Publicar un comentario