Zombis Nazis

Parece un plan genial de vacaciones. Estudiantes de medicina, montañas noruegas, una cabaña solitaria en medio de ese estupendo paisaje y... una compañía aterradora: un escuadrón de la muerte nazi, agentes de las SS que huyeron a las montañas tras la respuesta colérica de la población local. Así empieza una película llena de sangre, órganos de animales y cuerpos de arcilla o ves a saber que material descuartizados. Así empieza la película noruega Dead Snow, Zombis Nazis para el público hispano hablante.

Ante una cartelera llena de producciones multimillonarias como The Expendables (Los Mercenarios), Toy Story 3, Origen, aparece un film de presupuesto cuestionable y lleno de brutalidad y sutileza. Una obra que respira humor negro por todos los costados y que hace pasar un buen rato a aquellas personas que les gusta la sangre falsa y barata. No es esta, quizás, la película con el mejor guión del año, ni con los mejor actores ni efectos especiales. Es, simplemente el traspaso de una lucha contra el nazismo, esta vez en el siglo XXI y con unos monstruos que lo son también de forma física.

En la cinta encontramos escenas absurdas, de suspense y de lucha sin cuartel por la supervivencia. Creo que hay una que escenifica (opinión personal) la naturaleza y los rasgos que se muestran durante toda la película: la batalla campal entre dos de los protagonistas contra todo un pelotón de zombis nazis armados de cuchillos. De los dos, uno lleva una sierra mecánica, el otro un martillo y una hoz (en una ocasión cruza los brazos, mostrando a su futura víctima el símbolo que más odia). No contaré más detalles, os animo a verla. Posiblemente no será la película del año, pero si os hará pasar un buen rato.