domingo, 6 de marzo de 2011

La nada es de derechas



Esta entrada será breve pero intensa. La cuestión es que en un arrebato reflexivo he llegado a algunas conclusiones. La primera, la que se expone en el título: la nada es de derechas. ¿Por qué? Por la sencilla razón que la derecha, véase los elementos políticos conservadores y defensores de los que ostentan el poder económico, destruyen todo lo que tienen a su paso en pos del máximo lucro; destruyen todo lo que pueda ser un estorbo. Por otra parte, podemos considerar la nada como lo indefinido, lo que se esconde.

En la actualidad vivimos una tendencia anti-cultural a la indefinición intencionada. No es extraño que en los debates públicos se nieguen los elementos ideológicos, incluso culturales y políticos. Se trata de marear la perdiz, asistir al ciudadano con un discurso técnico y neutral para meter con calzador medidas anti-sociales, llevar a cabo proyectos que perjudican a la mayoría y benefician a la minoría. Esta sería una parte de la nada. Esta, se muestra como una aptitud, como algo positivo. Realmente, es manipulación en alta graduación. Se tapan las intenciones, se engaña a todo el mundo y se contagia al polo opuesto.

La nada se extiende y nos hace entrar en el juego de lo anónimo, lo no identificable. Después de esta reflexión nocturna toca irse a la cama y pensar en como no parecer indefinido. La nada y la mentira sirven a la reacción; la verdad es revolucionaria.

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